El IRC identificó a Haití, Honduras y Venezuela como los países de América Latina y el Caribe con mayor riesgo de experimentar deterioro en sus crisis humanitarias en 2022.
2022 Emergency Watchlist del IRC revela un “Fallo del Sistema”: el sistema internacional que debe prevenir y abordar crisis humanitarias, no solamente está fallando, sino directamente impulsándolas, así como récords en desplazamiento y necesidades.
El conflicto, cambio climático y COVID-19 están entre los principales riesgos para los tres países, con potencial impacto a escala regional.
El IRC llama a una “actualización total del sistema”, priorizando tanto el trabajo urgente para entregar ayuda humanitaria como para enfrentar las causas de las crisis.
Nueva York, NY, January 19, 2022 — Haití, Honduras y Venezuela son los tres países de América Latina y el Caribe considerados con mayor riesgo de ver un deterioro en sus crisis humanitarias durante el próximo año, según 2022 Emergency Watchlist, un reporte del Comité Internacional de Rescate (IRC).
El análisis del IRC ha identificado cómo el sistema humanitario global, que está diseñado para proteger a los civiles, prevenir conflictos, hacer que los abusadores rindan cuentas y garantizar que la ayuda llegue a los necesitados, está fallando en todos los niveles. Con el reporte 2022 Emergency Watchlist se revela que esta falla del sistema incluso está alimentando las crisis, impulsando el desplazamiento y aumentando las necesidades.
En América Latina y el Caribe, la falla del sistema ha perjudicado particularmente a Haití, Honduras y Venezuela, que han experimentado un deterioro en sus condiciones de vida a lo largo de los años y hoy albergan a casi 15 millones de personas en necesidad de ayuda. Durante 2022, se espera que los países enfrenten riesgos humanitarios que van desde el conflicto y la violencia continuos, hasta una mayor vulnerabilidad ante los efectos de los desastres naturales y el cambio climático, las consecuencias del COVID-19 y más.
Meghan Lopez, Vicepresidenta Regional para América Latina del Comité Internacional de Rescate (IRC), comentó:
El año pasado vimos cómo haitianos, hondureños y venezolanos enfrentaron terribles desafíos que obligaron a cientos de miles a abandonar sus hogares, tratando de encontrar seguridad primero dentro de sus propios países. Desafortunadamente, como hemos visto históricamente, las personas generalmente se enfrentan con situaciones similares a aquellas de las que escaparon y no les queda más remedio que continuar su viaje y buscar alternativas en otros lugares.”
La cantidad de personas desplazadas es el resultado de emergencias que han ido escalando y que, si la comunidad internacional no atiende, sin duda marcarán a la región este año. Contribuirán a la expansión de las crisis humanitarias no solo dentro, sino más allá de sus fronteras; ya hemos visto esto suceder en el Tapón del Darién, a lo largo de los corredores migratorios en México y en países receptores, como Colombia, Ecuador y Perú. A medida que América Latina se convierte cada vez más en una ruta para aquellos que necesitan protección (incluso desde lugares muy distantes, como Afganistán), y las necesidades continúan aumentando, más financiamiento y cooperación internacionales serán clave para responder a través del arco de la crisis.
Entre otros riesgos, el IRC identificó tres que los países latinoamericanos tienen en común:
Conflicto continuo e incremento en violencia
- En Haití, los asesinatos y secuestros van en aumento, con el 40% de la capital controlado por grupos criminales. Las pandillas también tienen control sobre puertos y rutas de transporte, bloqueando el flujo de bienes básicos y dificultando el acceso humanitario para entregar ayuda.
- Honduras, considerado el país más peligroso de la región, vio tasas de homicidios de 38 por cada 100,000 habitantes en 2020. A medida que aumentan los niveles de violencia, tanto en las calles como en el hogar, incluida la violencia de género, miles seguirán viéndose obligados a decidir entre quedarse en el país o huir, principalmente hacia el norte.
- En Venezuela, los enfrentamientos entre fuerzas nacionales y grupos criminales colombianos, así como entre grupos armados no estatales, aumentaron en 2021 y es probable que continúen desplazando personas en 2022.
Vulnerabilidad ante desastres naturales y el cambio climático
- La infraestructura y los servicios en Haití se han visto diezmados en la última década como consecuencia de los terremotos de 2010 y agosto de 2021, así como de la tormenta tropical Grace. Con una sociedad civil y un sistema de salud sobrecargados y presionados por la inseguridad; el COVID-19 y la escasez de recursos agravados aún más por la infraestructura paralizada; y la disfunción del gobierno, las necesidades crecerán frente a desastres naturales adicionales.
- Los desastres previos, incluidos los huracanes Eta e Iota, así como la exposición a sequías prolongadas, incendios forestales y otros impactos climáticos, contribuirán a la inseguridad alimentaria y el declive económico en Honduras.
Los efectos del COVID-19
- La contracción económica, derivada de la disminución de las remesas debido a la desaceleración económica relacionada con el COVID en todo el mundo y las altas tasas de inflación, continuará en Haití, donde se estimó que la tasa de pobreza alcanzaría el 60% en 2020. Con bajas cosechas esperadas, 4.6 millones de personas podrían enfrentar altos niveles de hambre.
- Una infraestructura de salud deficiente y el acceso limitado a los servicios de saneamiento han contribuido a la propagación de COVID-19 en Honduras, afectando particularmente a las comunidades rurales y económicamente marginadas. Con apenas el 39% de la población completamente vacunada a diciembre de 2021, los riesgos para la salud asociados con la pandemia seguirán siendo motivo de preocupación.
- Aunque Venezuela ha progresado más en la vacunación de su población que muchos de los países en 2022 Emergency Watchlist, se espera que el COVID-19 continúe impactando al país en 2022, especialmente en la economía. Las proyecciones estiman otra contracción del 3% junto con niveles extremos de inflación y desempleo.
El IRC llama a una "actualización total del sistema" para abordar las consecuencias de las fallas del sistema observadas en los países de 2022 Emergency Watchlist. Esto requerirá una respuesta dual, con una acción humanitaria más eficaz que aborde los síntomas y sirva mejor a las víctimas, al mismo tiempo que aborda las raíces del problema.
Lee el informe completo, con más información de cada país y las recomendaciones del IRC para abordar la falla del sistema aquí.
El IRC en América Latina
El IRC está respondiendo a través del arco de la crisis en América Latina: brindando una respuesta basada en la población para la crisis de Venezuela en Colombia, Ecuador y a través de socios locales en Venezuela; apoyando a personas vulnerables en el norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) y en los principales corredores migratorios de México, desde la frontera sur hasta la frontera norte.
La programación actual del IRC contempla: protección y empoderamiento de las mujeres, incluida la prevención y protección de mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGBTQ+ que han sido sobrevivientes de violencia de género; recuperación y desarrollo económicos; salud primaria, sexual y reproductiva; salud mental y apoyo psicosocial; orientación cultural; y acceso a información crítica a través de InfoPa’lante en Colombia, CuéntaNos en el norte de Centroamérica e InfoDigna en México, todas instancias parte del proyecto Global Signpost.
Adicionalmente, luego del terremoto que sacudió Haití en agosto de 2021, el IRC entregó fondos para apoyar el trabajo de FOSREF, FADHRIS y Kay Fanm, organizaciones locales que están implementando actividades para cubrir necesidades prioritarias.