Nueva York, NY, January 31, 2022 — El Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) responde a informes recientes de que la actual Administración de EE. UU. inició vuelos para expulsar a solicitantes de asilo venezolanos a Colombia.
Las desafiantes condiciones de vida en Venezuela, incluyendo el hambre causada por el colapso económico, los efectos del COVID-19 y el desplazamiento forzado por la violencia perpetrada por actores armados no estatales, han causado la segunda crisis de desplazamiento externo más grande del mundo, solo después de Siria. Hasta la fecha, aproximadamente 6 millones de personas han abandonado el país, siendo Colombia el principal receptor de más de 1,8 millones de venezolanos, seguido de otros países latinoamericanos, como Perú o Ecuador.
Aunque la mayoría de los venezolanos buscan seguridad primero en los países vecinos, más de 350,000 han venido a los EE. UU. en busca de protección desde 2014.
Olga Byrne, Directora de Inmigración en IRC, dijo:
Lamentamos la noticia sobre esta medida para seguir expulsando a solicitantes de asilo que buscan seguridad en Estados Unidos; ahora dando un paso más para enviar a venezolanos a Colombia. A pesar de los compromisos anunciados por la Administración de EE. UU. en los primeros 100 días, las políticas dañinas como el Título 42 siguen vigentes más de un año después de asumir el cargo. Las expulsiones por Título 42 privan a los solicitantes de asilo del debido proceso y, en cambio, los envían de regreso a condiciones peligrosas, similares, si no peores, a aquellas de las que escaparon. En ciertos casos, los envían a terceros países, como Colombia, que durante años han dado un paso adelante para recibir a los solicitantes de asilo venezolanos, a pesar de los sistemas nacionales sobrecargados y el apoyo y la financiación insuficientes por parte la comunidad internacional.
Según el derecho internacional y nacional, las personas que necesitan protección tienen el derecho legal de buscar asilo en los EE. UU., incluso durante una pandemia y considerando que los expertos en salud pública han cuestionado la eficacia del Título 42 como medida para contener el COVID-19. Además, la Administración suele alzar la voz en apoyo de los solicitantes de asilo y los refugiados de todo el mundo. Alentamos a los creadores de políticas a combinar esa retórica con acciones que protejan los derechos de los solicitantes de asilo a buscar seguridad dentro de sus fronteras también.
El IRC ha abogado durante mucho tiempo por la terminación de políticas dañinas que bloquean el acceso al asilo, así como por un programa de recepción humanitaria centrado en la protección y basado en la comunidad que garantice que los solicitantes de asilo reciban una bienvenida digna; les proporcione los recursos que necesitan para estar seguros y bien mientras esperan la adjudicación de sus peticiones de seguridad; y los equipe con el apoyo legal que necesitan para asegurarse de que estén informados sobre su solicitud.
Además de un programa de recepción humanitaria en los EE. UU., el IRC ha llamado a acciones para abordar las crisis que están impulsando el desplazamiento desde y en toda América Latina, que incluyen:
- Liderazgo de EE. UU. para garantizar que la comunidad internacional asigne fondos suficientes para el Plan de Respuesta Humanitaria a la crisis de Venezuela.
- Fortalecimiento de los sistemas de asilo y protección en todo el corredor migratorio, incluso en países potencialmente receptores o de tránsito, como Colombia, Ecuador, Perú o México.
- Abordar las causas raíz de la migración en América Latina como una solución a largo plazo, al mismo tiempo que se toman medidas para entregar ayuda humanitaria urgente.
El IRC identificó a Venezuela como uno de los 20 países del mundo con mayor riesgo de experimentar un deterioro en su situación humanitaria en 2022. Más información sobre los desafíos para los venezolanos durante el próximo año está disponible en 2022 Emergency Watchlist.
El trabajo del IRC
El IRC ha brindado servicios humanitarios a los solicitantes de asilo en la frontera entre EE. UU. y México desde 2019 como parte de una respuesta más amplia en la región. Entre sus servicios, el IRC brinda gestión de casos, recepción humanitaria y asistencia legal a decenas de miles de solicitantes de asilo, menores no acompañados y otras personas que buscan protección en los EE. UU. cada año. El IRC también ha abogado firmemente por la restauración del acceso al sistema de asilo en la frontera sur de los EE. UU., incluso a través de la rescisión del Título 42 y la terminación de Quédese en México.
En América Latina, el IRC está respondiendo a través del arco de la crisis: brindando una respuesta basada en la población a la crisis de Venezuela en Colombia, Ecuador, Perú y a través de socios locales en Venezuela; apoyando a personas vulnerables en el norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) y en los principales corredores migratorios de México, desde la frontera sur hasta la frontera norte. Después del terremoto que azotó a Haití en agosto de 2021, el IRC proporcionó fondos para apoyar el trabajo de organizaciones locales que implementan actividades para satisfacer necesidades prioritarias.
La programación actual de América Latina del IRC incluye apoyar la protección y el empoderamiento de las mujeres, incorporando la prevención y protección de mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGBTQ+ que han sido sobrevivientes de violencia de género; recuperación económica y desarrollo; salud primaria, sexual y reproductiva; salud mental y apoyo psicosocial; orientación cultural; y acceso a información crítica a través de InfoPa’lante en Colombia, CuéntaNos en el norte de Centroamérica e InfoDigna en México, todos ellos parte del proyecto Global Signpost.