El International Rescue Committee (IRC) está profundamente preocupado tras el anuncio de hoy de que se extenderán las restricciones al asilo, que serán más difíciles de eliminar. La administración de Biden debería reconsiderar y revertir estas restricciones dañinas que violan las leyes de personas refugiadas y son propensas a cambios legales continuos. Estas políticas socavan un sistema de asilo ordenado y humano. Restringir aún más el derecho a buscar protección en la frontera sur de Estados Unidos es cruel y provocará que más personas sean devueltas al peligro.
Hans Van de Weerd, vicepresidente sénior de Reasentamiento, Asilo e Integración del IRC dijo:
El sistema de asilo de Estados Unidos necesita una modernización para adaptarse a los niveles históricos de desplazamiento global y abordar los desafíos humanitarios que enfrentan las comunidades de acogida. Hacer que sea aún más difícil levantar estas reglas equivocadas que han sido profundamente perjudiciales para las familias y las personas que buscan seguridad en la frontera sur es un grave error. Restringir el derecho a solicitar asilo viola la ley de refugiados de Estados Unidos y envía un mensaje contraproducente a otros países que acogen a personas que buscan seguridad de que las personas refugiadas pueden ser rechazados a voluntad.
Las personas que buscan asilo en este país contribuyen significativamente a las comunidades estadounidenses, incluso económicamente. Ocupan puestos esenciales, inician nuevos negocios y pagan impuestos. Estas contribuciones están en peligro bajo esta política contraproducente.
La administración de Biden debe aprovechar los esfuerzos actuales de las entidades federales, estatales y locales, las organizaciones no gubernamentales y los grupos comunitarios y coordinar una estrategia que proporcione un proceso de recepción seguro, humano y ordenado. Debe seguir trabajando conforme a la legislación vigente para ampliar las vías seguras de protección que puedan aliviar la presión en la frontera sur. El Congreso también debe hacer su parte apoyando a las comunidades fronterizas y del interior con una financiación sólida para la recepción y para un proceso de asilo justo y oportuno que responda a las realidades actuales del desplazamiento forzado.